domingo, 3 de marzo de 2013

Dr. Jérôme Lejeune - I

En estos momentos en que está barajándose (el ministro Sr Gallardón nos dijo estar en ello...) rescatar de la lista de «eliminables» a los concebidos con discapacidades... me ha parecido oportuno recordar a Jérôme Lejeune eminente genetista que tras descubrir la “trisomía 21” como la responsable del síndrome de Down, empeño su vida en la "causa" de estas personas, trabajó por conseguirles una vida digna que les permita desarrollarse al máximo, demostrándole al mundo que "la capacidad de amar profundamente" es su mayor virtud.
 
Fuente
DR. JÉRÔME LEJEUNE
El Dr. Jérôme Lejeune (1926-1994) fue uno de los padres de la genética moderna y un científico de gran prestigio.
A los 33 años de edad, en 1959, publicó su descubrimiento sobre la causa del síndrome de Down, la trisomía 21.
En 1962 fue designado como experto en genética humana en la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En 1964 fue nombrado Director del Centro nacional de Investigaciones Científicas de Francia y en el mismo año se crea para él en la Facultad de Medicina de la Sorbona la primera cátedra de Genética fundamental.
Sin embargo, su reputación cambia cuando ejerce su libertad en 1970 en la ONU. En ese momento se opone firmemente al proyecto de ley de aborto eugenésico de Francia y afirma que la Organización Mundial de la Salud ya no es una institución para la salud sino una institución para la muerte. A partir de entonces sus descubrimientos ya no son su carta de presentación, ahora sólo importa colocarle en un bando ideológico. Lejeune es consciente de esto, por eso, esa misma noche de 1970 escribe a su mujer "Hoy me he jugado mi Premio Nobel".


El Dr. Lejeune no era un científico alejado de la realidad. Sabía que del laboratorio había que pasar cuanto antes a la vida. Por eso, su compromiso no era sólo con la investigación sino con la atención a los enfermos y a sus familiares.
Aquí hay que recordar que la trisomía del par 21 se creía que se trasmitía de madres infectadas por la sífilis (enfermedad de transmisión sexual) a los hijos. De cara a la sociedad eran mal vistos no sólo por su apariencia sino también debido al pasado de sus madres. A Lejeune le urgía dar pruebas científicas de esta equivocación, entre otras cosas, para otorgar dignidad a estos niños, para alejarlos de la mirada injusta de una sociedad llena de moralismos necios.
Otro ejemplo de su cercanía a los problemas más cercanos es su descubrimiento del ácido fólico. Aquí sus colegas científicos tampoco le apoyaron, le recomendaron que dejara esta vía, que era una equivocación. Hoy en día todos los ginecólogos recetan ácido fólico a las embarazadas para prevenir la espina bífida.
Juan Pablo II reconoció la excelencia del Dr. Le Jeune nombrándolo Presidente de la Pontificia Academia para la Vida, el 26 de febrero de 1994. Muere el 3 de abril del mismo año. Con motivo de su muerte, el Papa escribe al Cardenal Lustinger de Paris diciendo:
"En su condición de científico y biólogo era una apasionado de la vida. Llegó a ser el más grande defensor de la vida, especialmente de la vida de los por nacer, tan amenazada en la sociedad contemporánea, de modo que se puede pensar en que es una amenaza programada. Lejeune asumió plenamente la particular responsabilidad del científico, dispuesto a ser signo de contradicción, sin hacer caso a las presiones de la sociedad permisiva y al ostracismo del que era víctima".

Saber más:
"Dr. Lejeune El Amor A La Vida" por Clara Lejeune (ISBN:8482393782) Ed. Palabra, Madrid 1999 [una biografía escrita por su hija]



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